Salvador - Holanda atropelló el viernes por 5-1 a una desconocida España, que mostró poco y nada de las virtudes que la llevaron a la conquista del Mundial hace cuatro años.
Los dobletes de Robin van Persie y Arjen Robben más el tanto de Stefan de Vrij remontaron el gol inicial de Xabi Alonso, que transformó un dudoso penal cometido sobre Diego Costa.
España inició con una derrota su andadura en Brasil, como ya hiciera en Sudáfrica frente a Suiza. Y, por la goleada recibida —la peor de su historia tras el 6-1 que encajó precisamente en el Mundial de Brasil 1950 contra el anfitrión—, deberá vencer obligatoriamente a Chile y Australia, que completan el Grupo B, si quiere pasar de ronda.
España y Holanda, finalistas del último Mundial, brindaron un inicio de partido trabado, duro por momentos en el centro del campo, y muy táctico por parte de las dos selecciones, más preocupadas de no encajar gol que de hacerlo.
La poblada defensa holandesa de cinco hombres adelantados dificultó mucho la habitual circulación de balón de Xavi Hernández, Andrés Iniesta y David Silva. España intentó sorprender con algún balón al espacio para Diego Costa, constantemente abucheado por la afición brasileña, que no le perdona su decisión de renunciar a Brasil para jugar con España.
Mediado el primer tiempo, España tomó el mando del partido. Xavi y Silva, expertos en el juego entre líneas, empezaron a encontrar con facilidad a Costa. En una primera ocasión, el artillero no acertó a disparar y en la segunda su zapatazo salió desviado.
A la tercera, dribló a De Vrij y dejó la muerta la pierna con picardía para forzar el derribo del defensa holandés. El árbitro Nicola Rizzoli decretó penal y Alonso lo convirtió a los 27 minutos.
El gol espoleó a España y al borde del descanso, Iniesta habilitó a Silva que optó por picar la pelota en el mano a mano con Jasper Cillissen, quien logró repeler el balón. A la jugada siguiente, llegó el primer error de la frágil defensa española.
Con Gerard Piqué retrasado y rompiendo la línea de fuera de juego, Daley Blind cruzó un centro desde el medio campo sobre el desmarque de Van Persie, que batió la media salida de Iker Casillas con un majestuoso cabezazo en plancha.
Tras el descanso, España no fue ni la sombra de lo que un día le condujo a maravillar con sus victorias en la Eurocopa y el Mundial.
Lenta, sin ideas y con una enorme fragilidad, España encajó cuatro goles. Robben batió a Casillas a los 53 y los 80 minutos tras ganar la espalda a Sergio Ramos y Piqué, que parecían incapaces de entenderse.
De Vrij batió de cabeza a Casillas, que fue estorbado previamente en el salto, a los 64. Y en el cúmulo de despropósitos que fue España, Casillas perdió el balón en un mal control, circunstancia que aprovechó Van Persie para volver a perforar la portería sin oposición a los 72.
